Usted está aquí

Compra de Automóvil

Viernes, Noviembre 4, 2011

Si tiene tomada la decisión de adquirir un automóvil o la tiene prevista en el futuro, conviene conocer algunos aspectos para tomar una decisión acertada. En la actualidad, no resulta fácil la elección, ya que cada día son más numerosas las opciones presentadas por los fabricantes: de un mismo modelo encontraremos quince o veinte versiones distintas entre carrocería, motorización y equipamiento.

Quizá lo mejor sería comenzar por el precio y características fundamentales, para continuar por el tamaño y motorización y ver cuantos kilómetros realizamos al año para decidir si nos interesa gasolina o diesel (téngase en cuenta que para amortizar un automóvil propulsado por un motor diesel hay que recorrer entre 25.000 y 30.000 kilómetros al año).

Asimismo, no estaría de más probar el coche antes de comprarlo, y, en principio, no debería resultar difícil, pues casi todos los concesionarios disponen de modelos destinados a ellos); de este modo, tendrá ocasión de vivir las sensaciones exactas que le transmite el coche y comprobar las dimensiones reales, especialmente en lo referido a las plazas traseras y maletero.

Resulta útil ir desechando los modelos que no se ajusten a nuestras necesidades para ir quedándonos con unos pocos; posteriormente, el precio y la financiación irán perfilando exactamente nuestra mejor elección. Recuerde que la potencia –si su economía se lo permite, claro- es importante, no para correr más, sino para evitar situaciones comprometidas a la hora de efectuar adelantamientos.

Pese a lo que los reclamos publicitarios digan, elija las opciones que verdaderamente le interesen, pues algunas son solamente “adornos” de poca utilidad, y representan un incremento importante de precio.

Y en todo caso, tenga en cuenta las siguientes observaciones:

  • El precio total que se paga por un vehículo comprende diversos conceptos:
  • El precio franco de fábrica, los gastos de tramitación y preentrega y los de transporte.
  • Los impuestos a pagar, que son el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) al tipo del 16% y el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte al tipo del 12%. Hay que abonar también el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica al Ayuntamiento.
  • Los gastos que genera la matriculación: la tasa de matriculación, las placas y, en su caso, los gastos de gestoría.

Las listas de precios que aparecen en la prensa especializada son precios recomendados por el fabricante o importador que no siempre coinciden con la cantidad a pagar. Además, el precio final de un coche de idéntico modelo y características suele variar en los distintos concesionarios de la misma marca. Por lo tanto, conviene mirar precios en distintos concesionarios teniendo muy en cuenta los posibles descuentos, ofertas y regalos que nos ofrezcan.

Al comprar el coche debemos exigir siempre la factura y la garantía por escrito. La garantía legal mínima es de 6 meses, aunque todas las marcas ofrecen una garantía mínima de 1 año. En todo caso, debemos examinar atentamente las condiciones restrictivas que, en su caso, limiten el período que nos oferten añadido a la garantía legal.

Si efectuamos la entrega de nuestro coche usado al concesionario cuando compremos el nuevo, es conveniente mirar en las revistas del motor los precios orientativos de los coches usados según su modelo y antigüedad. Si nuestro turismo usado tiene más de 10 años y lo destinamos al desguace, nos podemos acoger al comprar un coche nuevo al programa PREVER, por el cual nos descuenta 80.000 peseta en la cuota a pagar por el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transportes.

Y si lo que queremos es comprar un automóvil usado...

Entonces deberemos comprobar bien el estado del vehículo, para ello es aconsejable que lo revise un especialista de nuestra confianza porque la posibilidad de encontrarse fallos mecánicos ocultos, de que el coche haya sufrido accidentes graves, o de ser víctima de fraudes por exceso de kilometraje u otras causas, es mayor. Además, están las garantías. Algunos vendedores no ofrecen garantía escrita, y los hay que no entregan siquiera documentación escrita que refleje el contrato de compraventa.

La garantía del coche usado

Hay dos garantías, la legal y la comercial. La primera, que siempre existe –por ser el coche, aun usado, un bien duradero-, se deriva de la normativa y del contrato de compraventa. La garantía comercial es ofrecida voluntariamente por el vendedor. Como consecuencia de esta garantía, el vendedor responde del buen estado y de las cualidades del vehículo vendido, de modo que si se presentase algún defecto, el consumidor podría recurrir contra el vendedor. Según el Código Civil, el comprador tiene seis meses para recurrir judicialmente y obtener una rebaja del precio pagado por un bien de uso duradero (en este caso, el coche), que permita compensar los defectos o repararlos a costa del vendedor. Ahora bien, aunque el vendedor no ofrezca garantía escrita, el consumidor tiene derecho a la reparación gratuita de los defectos originarios, sustitución del coche por otro de idénticas características, o devolución del precio pagado.

Debemos comprobar en la tarjeta de inspección técnica que el automóvil ha superado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), a la que deben someterse periódicamente los turismos de más de cuatro años.

Es muy conveniente acudir a la Jefatura Provincial de Tráfico para solicitar en el Registro de vehículos un certificado sobre el automóvil que queremos comprar. En este certificado, además de las características del vehículo y de los datos de su titular, se recogen los siguientes datos que son de notable interés:

  • El anterior destino del coche: uso particular, taxi, vehículo de autoescuela, etc.
  • Si el vehículo tiene anotada alguna carga financiera o algún embargo.

Además del importe que pactemos por la compra del coche, de las correspondientes tasas a pagar en la Jefatura Provincial de Tráfico y, en su caso, de los gastos de gestoría, hay que tener en cuenta los impuestos aplicables.

  • Si se lo compramos a un empresario o a un profesional del sector, el IVA correspondiente, según, en su caso, el régimen especial de bienes usados.
  • Si se lo compramos a otro particular, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, que se calcula aplicando el tipo del 4% a un importe fijado por Hacienda en función del modelo de coche y su antigüedad.

Si el vendedor es una empresa o un profesional del sector, tiene la obligación de entregarnos factura. En todo caso, el vendedor debe darnos el permiso de circulación del automóvil y el último recibo el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica.

Desde octubre de 1996 existe la posibilidad de matricular de nuevo el coche usado cuando residamos en Territorio Histórico o provincia diferente al de la matricula originaria del coche. Para ello, es preciso obtener una nueva tarjeta de inspección técnica en una estación ITV y tramitar en la Jefatura de forma simultánea la transferencia y el cambio de matricula.