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La bolsa de la basura

Miércoles, Noviembre 23, 2011

El problema de los residuos

Si pudiésemos comparar la bolsa de la basura que producía una familia hace cien años con la nuestra, nos daríamos cuenta no sólo de que su tamaño ha aumentado, sino también de que ahora hay muchos productos que antes no existían (plásticos, latas, pilas, cartones de tetabrik,…).

Más de un tercio de los residuos que van a los vertederos son embalajes que podrían eliminarse con decisiones que podemos tomar en el hogar. Los productos que usamos son cada vez menos duraderos y suele ser más habitual cambiarlos que arreglarlos.

Su tratamiento

Para deshacernos de los residuos se emplean distintos métodos, aunque ninguno de ellos soluciona el problema completamente. En los vertederos controlados, la basura, simplemente se deposita en el suelo en unos hoyos y se extiende en capas delgadas, para ser finalmente cubierta con una capa de tierra.

En la incineración, la basura se quema en hornos especiales, transformándola en escoria y ceniza que va a un vertedero controlado. Los gases que se producen deben ser depurados para evitar su emisión a la atmósfera en cantidades que puedan resultar peligrosas para la salud de las personas.

El reciclaje

El reciclaje se ha convertido en la alternativa más ecológica al problema de los residuos municipales. Muchos de los componentes de los productos que empleamos diariamente tienen la posibilidad de usarse más de una vez. Para hacer una nueva botella de vidrio se necesitan nuevos materiales y mucha más energía que para rehacerla a partir del vidrio ya usado y recuperado

Lo mismo podemos decir del papel, plástico o de los metales, por hablar de elementos cercanos a nosotros. La obtención de abono para la agricultura o energía para industrias y hogares a partir de los residuos domésticos son ya realidades esperanzadoras.

Cosas para hacer

  • El primer y mejor consejo que se puede dar en el tema de los rediuos domésticos es la utilización de los contenedores de vidrio, papel, plásticos, metal o pilas que tengamos cerca. Y si no tenemos ninguno, pedir al Ayuntamiento que los coloque en nuestro barrio.
  • Debemos procurar rehuir el volumen de nuestra bolsa de basura. Para ello podemos empezar por aplastar las latas y cartones de tetabrik. En la compra podemos rechazar las bolsas de plástico y los productos que tengan embalajes muy voluminosos.
  • No arrojar a la basura pilas ni productos tóxicos o peligrosos. En muchos pueblos y ciudades existen lugares especiales para depositarlos. Si no los hay se puede llamar a algunos de los organismos oficiales con responsabilidades ambientales.
  • Las anillas de plástico que unen los botes metálicos de distintas bebidas, son peligrosas cuando llegan a los vertederos, los ríos o el mar.