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La victoria judicial de una donostiarra a la que robaron su identidad

Lunes, Junio 6, 2022

La compañía Vodafone la indemnizará con 9.000 euros por haberle incluido en la lista de morosos por error, después de que un hombre suplantara su identidad para formalizar un contrato a su nombre

En junio de 2019 una donostiarra acudió a un concesionario de la ciudad para adquirir un coche nuevo, después de que el suyo se hubiese estropeado. B.R. aportó una fianza de 2.000 euros y pidió financiación para pagar el resto del vehículo. Su sorpresa llegó cuando le denegaron el préstamo. «Estás en la lista de morosos», le dijeron. Su banco le confirmó que debía dinero a la compañía telefónica Vodafone, en concreto 572,30 euros, y que llevaba siendo morosa más de dos años. «No entendía nada, nunca he contratado nada con ellos», explica la mujer, que finalmente consiguió saber que alguien, suplantando su identidad, había contratado una línea de teléfono y un terminal que no había abonado. Su empeño por hacer justicia le llevó a denunciar a Vodafone por vulneración del derecho a la protección de datos e intromisión ilegítima en el derecho al honor. Un juzgado de Donostia le ha dado la razón, condenando a la compañía a indemnizarle con 9.000 euros por daños morales.

Cuando supo que era morosa acudió a Kontsumobide, que hizo la reclamación a la compañía telefónica. La empresa le confirmó que debía 572,30 euros por facturas emitidas entre 2016 y 2017 y por la compra de un móvil. «Pensé que habría sido un error, pero la Ertzaintza me confirmó que me habían usurpado la identidad», explica la afectada. Años atrás un hombre le robó el carnet de conducir de la guantera y con sus datos personales contactó telefónicamente con Vodafone y formalizó un contrato sin su conocimiento ni autorización.

«Conseguimos la grabación de esa llamada, y se escuchaba perfectamente la voz grave de un hombre que estaba contratando una línea a mi nombre, que soy mujer», explica la demandante. Ese hombre también fue denunciado y condenado por un delito de estafa. «Pero mi objetivo no era él. El error había sido de Vodafone, que lo permitió y que me incluyó en la lista de morosos sin derecho», señala. La donostiarra permaneció inscrita en el registro de deudores durante dos años, durante los cuales se produjeron 22 consultas de entidades bancarias y aseguradoras. Además, el concesionario no le devolvió la fianza de 2.000 euros que había aportado para la adquisición del nuevo coche, cuya compra tuvo que retrasar cinco meses. Tras reclamarlo, Vodafone la eliminó de esa lista en junio de 2019.

Con la grabación de la llamada realizada por el usurpador como prueba principal, la perjudicada interpuso una demanda contra la empresa, a la que reclamaba 9.000 euros en concepto de daños morales. En la sentencia dictada por el juzgado de primera instancia nº7 de Donostia, el cual estima la demanda íntegramente y condena a Vodafone a abonar la cantidad reclamada, se indica que ha quedado acreditado que la compañía incluyó a B. R. en la lista de morosos «por una deuda que no era vencida, líquida, ni exigible», ya que procedía de un contrato realizado por un tercero que utilizó sus datos personales, «sin que Vodafone hiciera gestión alguna para comprobar la identidad real del contratante».

La magistrada afirma además que la empresa «incumplió con su obligación de requerir el pago» a la mujer antes de incluirla en esa lista, además de advertirle de que existía esa posibilidad «en caso de impago». Además, considera que actuó de forma «abusiva y desproporcionada», y recuerda que las grandes empresas no pueden utilizar las listas de morosos «para obtener el cobro» de deudas. En este sentido, añade que acudir a «este método de presión» representa en este caso «una intromisión ilegítima en el derecho del honor de la recurrente», por el «desvalor social que comporta estar incluida en el registro de morosos sin serlo», lo cual atenta contra el honor al «afectar directamente a la capacidad económica y al prestigio personal de cualquier ciudadano».

Multa ejemplar

«Es dantesco que ocurra algo así y no se puede permitir. Tuve suerte de que era muy evidente que quien se hizo pasar por mí tenía voz de hombre, pero un operador no puede conceder un contrato de esa manera», asegura la donostiarra, que aunque está «muy satisfecha por haber ganado a uno de los grandes», quiere ir un paso más. «Nos hemos comunicado con la Agencia de Protección de Datos para ponerles en conocimiento de lo ocurrido y que tomen medidas. Espero que impongan una multa ejemplar a Vodafone», reconoce.

Fuente: El Diario Vasco